Álvarez, Fray Paulino

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Descripción

Insigne escritor nacido en Mieres (Asturias) el 14 de septiembre de 1850.

Los primeros estudios los realizó en el Seminario de Oviedo. Tomó el hábito de la Orden de Santo Domingo en el Colegio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea - Asturias), donde profesó el 9 de octubre de 1868.

La primera misión como sacerdote consistió en la fundación del convento de San José, en Padrón (La Coruña), en el año 1876. De allí pasó, a los tres años de su llegada, al Seminario de Belchite (Zaragoza), como profesor, cargo que ocupó por espacio de un año. En esta época es ya conocida la capacidad como orador, por lo que es destinado a la predicación y fundación de nuevos conventos de la Orden en Salamanca, Barcelona, Montes Claros (Santander), Palencia, Cádiz... A la vez se dedicó a las tareas de escritor, sobre todo en lo que atañe a la religión y vulgarización histórica. Fundó la revista dominicana El Santísimo Rosario, dirigiéndola hasta que comenzó a publicarse en Vergara. De esta manera colaboró en otras publicaciones, como Propaganda Católica y Voz Dominicana, de Madrid, y El Rosario, de Barcelona. Sin embargo, como de verdad era conocido y admirado fray Paulino era en el papel de orador, recorriendo como tal todo el país. Estas tareas y otras muchas lo harán merecedor del título concedido póstumamente por la Santa Sede de Misionero Apostólico. Su carrera se cortaría de repente al verse envuelto en una intriga en la que lo acusaban de partidario del pretendiente al trono don Carlos de Borbón, siendo detenido cuando viajaba para Almería bajo el supuesto delito de intentar provocar una nueva guerra civil en el sur de España. En vista de la situación, decidió expatriarse en enero de 1899 bajo nombre falso. Como represalia por ello, le comunicaron al general de la Orden que si regresaba a España los dominicos serían expulsados acto seguido del país.

Fray Paulino Álvarez permaneció en América por espacio de quince años, volviendo a España cuando contaba ya con sesenta y ocho. Mientras estaba en América ocupó cargos sobresalientes dentro de la Orden: en La Habana fue teólogo consultor del obispo y examinador sinodal. A la vez continuó pronunciando conferencias y escribiendo en El Diario de la Marina, entre otros periódicos. Después de siete años de permanencia en Cuba y algunos meses en México, pasó a Perú, donde estuvo siete años. Allí continuó con su triple actividad como sacerdote, orador y escritor. Son de destacar las conferencias pronunciadas alrededor del tema de la Iglesia y del Estado y las oraciones fúnebres del arzobispo de la diócesis de Lima y del Ministro Plenipotenciario de España en aquel país. Siendo director en Lima de un colegio de primera y segunda enseñanza, fue nombrado miembro de la Junta Superior de Instrucción Pública por el presidente de aquella República.

Ya en España, siguió con su labor como predicador, a la vez que acumulaba cargos y comisiones dentro de su Orden. En contrapartida, su labor como escritor aumentó; prueba de ello es que gran parte de los libros publicados datan de esta última época.

Entre sus trabajos de carácter religioso, figuran: Santa Teresa y el P. Báñez (Madrid, 1882); Vidas de los Hermanos: Leyenda histórica maravillosa de la Orden de Predicadores en el siglo XIII (Palencia, 1885); Vida y martirio del V. Ilustrísimo Sr. Fray Melchor García Sampedro, Obispo de Tricomía, protomártir asturiano (Palencia, 1889); Panegírico del angélico Doctor Santo Tomás de Aquino (Barcelona, 1890); La Iglesia Verdadera: Conferencias predicadas en la Catedral de La Habana con motivo del Jubileo de la Inmaculada (La Habana, 1905); Iglesia y Estado: Conferencias pronunciadas en Santo Domingo de Lima, durante la Cuaresma de 1906 (Barcelona, 1908); Fundamentos y dogmas de la Religión: Lecciones escritas para los colegios de segunda enseñanza del Perú (Lima, 1911), dos vols.; Vida de Santa Rosa de Lima (Vergara, 1929); Vida de Santo Domingo de Guzmán (Vergara, 1930); Vida de San Vicente Ferrer, Apóstol de Europa y ángel del Apocalipsis (Vergara, 1934).

FUENTES: Consejería de Cultura del Principado de Asturias - Gran Enciclopedia Asturiana (t. 1) - EuroWeb Media, SL.

Concejo de Mieres

Culturalmente inquieto y socialmente muy activo, cuna de ilustres, punto de encuentro y paso de peregrinos, amante y transmisor de las tradiciones asturianas, e ideal para la práctica del turismo activo y rural. Así es el concejo de Mieres.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Mieres son: Aller, Langreo, Laviana, Lena, Morcín, Oviedo, Ribera de Arriba, Riosa y San Martín del Rey Aurelio. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Mieres, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de la Montaña Central

Corazón de la Cordillera Cantábrica con cumbres y puertos que traen a la memoria gestas heroicas; vías romanas y camino de Santiago; escondite idílico de Reliquias; aldeas de ensueño; templos Patrimonio de la Humanidad; estaciones de esquí; minería, patrimonio industrial y un Parque Natural que es Reserva de la Biosfera.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Aller, Lena, Mieres, Morcín, Ribera de Arriba y Riosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«El arte prerrománico asturiano tuvo una gran influencia en el desarrollo del arte románico posterior en la península ibérica. Sus características arquitectónicas y decorativas se pueden apreciar en numerosas iglesias románicas de la región. Además, este estilo artístico es un testimonio del esplendor del reino asturiano y su lucha por preservar la fe cristiana en tiempos de dominio musulmán.»