Antiguo ferrocarril minero La Pereda - Loredo - La Foz de Morcín

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Descripción

Proyectado para transportar unas 300.000 toneladas anuales, el ferrocarril minero de La Pereda a La Foz de Morcín se inauguró en 1921 para sustituir el tren de vía de 600 mm que desde primeros de siglo servía para conectar las minas de Riosa con las estaciones de Ablaña y que debido a la evolución de las explotaciones ya había quedado desfasado. Las obras habían comenzado en 1914. La tardanza en concluirlas obedeció a varias razones, entre ellas los rústicos métodos empleados en la construcción de una línea que recorría un terreno rocoso y muy accidentado puesto que el trazado discurría por la ladera de una montaña durante prácticamente toda su longitud, de manera que hubo que construir muchos muros de contención, particularmente en Loredo (Lloreo) —que contaba además con una estación intermedia—, y perforar los 11 túneles con martillo y dinamita, excepto el nº 5, que lo fue en el lado de La Pereda con compresor a vapor y martillos neumáticos. A dicha tardanza también contribuyeron las huelgas que entonces tuvieron lugar como protesta ante unos salarios sumamente bajos y el excesivo número de horas de trabajo exigido.

Con el fin de hacer frente a las nuevas necesidades del tráfico, este ferrocarril fue proyectado en vía de 750 mm, a ejemplo de las instalaciones de Fábrica de Mieres. Dirigieron su construcción los ingenieros José Vigil Escalera y José García Lago. El coste de las obras y los materiales ascendió a 4.000.000 de pesetas.

Nacía en los lavaderos de La Pereda, desde donde sendos ramales lo conectaban con el Vasco-Asturiano y el Norte. Desde aquí la línea, sin dejar de ascender, continuaba siguiendo la margen izquierda del río Caudal, atravesando el pueblo de Loredo —donde describía una larga y pronunciada curva que contorneaba parte del valle y atravesaba dos puentes metálicos y uno de fábrica sobre las casas del pueblo— y la aldea de Vega de San Pedro. Se adentraba en las hoces de Baíña y Frechura por medio de 11 túneles en roca viva, de dificultosa construcción. Al llegar al río Riosa se desviaba para seguir su curso, por la parte alta de la margen derecha, y tras un total de algo más de siete kilómetros llegaba a La Foz de Morcín, donde se situaban los cargaderos.

Los cruces de trenes —compuestos habitualmente éstos por 15 o 16 vagones— se hacían al comienzo en El Rotellón (poco después del túnel 7); luego fueron trasladados sucesivamente a Frechura, Loredo (explanada de la estación) y finalmente a la aldea de Vega de San Pedro.

La piedra empleada para la construcción del ferrocarril se extrajo de una cantera situada en las proximidades de Loredo, pueblo en el que se encuentran las mejores y más espectaculares obras de fábrica ejecutadas al efecto.

Comenzó su explotación con una locomotora americana, poco después complementada por otra de construcción alemana. Con posterioridad llegaron diversas locomotoras, todas de segunda mano. Aunque su tráfico fundamental fue el carbón bruto, tuvo un servicio de viajeros gratuito para trabajadores, sus familias y para la población de la zona. Hasta comienzos de los cincuenta los maquinistas eran titulares de una locomotora; luego ya se relevaban los equipos de conducción. Las reparaciones se efectuaban en La Pereda. Los domingos solían lavarse las calderas y se revisaban y mandrinaban los tubos.

Este entrañable ferrocarril dejó de funcionar en los años sesenta («a finales de 1969 ya se había cerrado el tramo de vía ancha y métrica y el ferrocarril de vía de 75 cm, si bien seguían circulando esporádicamente algunos trenes para los mineros con una locomotora Henscher en cabeza», J. A. Gómez Martínez), cuando ya era famoso entre los aficionados y expertos por su indudable espectacularidad y peculiares características, siendo desmanteladas sus vías. En La Foz se construyeron unas nuevas tolvas para camiones y se llevó la cinta transportadora hasta ellas.

A finales del pasado siglo XX, el tramo La Pereda - Loredo - Vega San Pedro - Frechura fue acondicionado como ruta senderista y de bicicleta de montaña (véase «Vía verde de Loredo y La Pereda») por iniciativa de la Asociación de Vecinos de Loredo, secundada por el Ayuntamiento de Mieres y la Administración autonómica.

MEMORIA DEL PROYECTO

Seguidamente se transcribe la memoria del citado proyecto de ferrocarril de La Pereda a Morcín, redactado por José Vigil Escalera:

Esta Sociedad [Hulleras de Riosa], propietaria del Coto minero de «Riosa» y «Morcín», empezó explotando sus concesiones, en el grupo de «La Raíz» términos de la parroquia de La Foz (Morcín) a una altura de 456 m. sobre el lugar de sus instalaciones exteriores de La Pereda, en la parroquia de Loredo (Mieres), uniendo este grupo a dichas instalaciones por medio de un ferrocarril de 0,60 de ancho de vía y 5.000 m. de longitud, por el cual se transporta el carbón hasta el lugar denominado «Ana María». Desde éste se baja por dos planos inclinados hasta «Blancura» nivel 216, donde arranca otro pequeño ramal de ferrocarril de 1.000 m. de largo y el mismo ancho de vía hasta «El Canto» para bajarlo desde aquí hasta el nivel 12,50, que es el del lavadero, por otros dos planos inclinados.

Agotadas las explotaciones de algunas de las capas en los niveles superiores al 456 y siendo necesario aumentar la producción, se empezó a abrir unos pisos en los niveles inferiores a éste que tuvieron que ser enlazados con él por medio de planos inclinados con cabrestantes para subir el carbón hasta el ferrocarril. Hoy que el campo de explotación se extiende hasta el nivel 92 (primer piso actual, a unos 20 m. sobre el nivel del «Río Riosa») no sólo es muy costoso el arrastre, sino que está muy limitada la producción, siendo imposible llegar a la que por su extensión puede dar este importante Coto minero.

Estos inconvenientes se agravaron con la Ley que concedió, a los obreros del exterior la jornada de ocho horas, con la cual disminuyó el arrastre diario en unas 40 toneladas.

Estas consideraciones, aparte de otras de menor importancia, y a pesar de las dificultades y elevado gasto de la obra, decidieron a esta Sociedad a hacer el estudio de un ferrocarril que partiendo del nivel 12,50 en La Pereda, terminara en la Vega de «La Foz», a unos 20 m. por debajo del nivel del primer piso de la mina.

Descripción del proyecto

Éste ferrocarril tiene unos 8.000 metros de recorrido arrancando en el lavadero, al final de su basculador y terminando en la Vega de «La Foz», con una cota de 73 m. sobre el nivel del origen.

El ancho de vía será de 0,75 y el ancho que tendrá la banqueta de la misma será de 4,00 m. en el exterior y 3,40 en los túneles.

Los cuatro primeros kilómetros se extienden por la margen izquierda del «Río Caudal», dentro de la parroquia de Loredo, hasta llegar al túnel nº 4, el mayor de la línea, donde separa la divisoria entre los concejos de Mieres y Morcín, siguiendo a partir de la boca de salida de este túnel por la margen derecha del «Río Riosa», dentro siempre de la parroquia de La Foz.

Además de las dos estaciones de los extremos de la línea, se han dispuesto otras dos intermedias para el cruce de trenes, una en el pueblo de Loredo en el kilómetro 1,897 y la otra en el lugar denominado «El Rotellón» de la parroquia de La Foz en el kilómetro 5,302.

Las rampas son seis, de 6, 8, 10 y 12 m/m. siendo las de los tres primeros kilómetros las menores, debido a la sinuosidad del trazado, en el cual las curvas se suceden con mucha frecuencia y sus radios son pequeños.

Los radios de las curvas varían desde 40 m. como mínimo hasta 500 m., que es el máximo.

Tiene ocho túneles, cuyas longitudes son: 172 m. - 124 m. - 116 m. - 680 m. - 80 m. - 226 m. - 116 m. y 190 m. respectivamente. Es decir, tiene un recorrido total subterráneo de 1.704 m.

Se ha procurado evitar en lo posible los pasos a nivel con los caminos vecinales de más importancia. Seis son los cruces con caminos vecinales y de éstos sólo lo haremos a nivel con el último, que es el que comunica el pueblo de «La Foz» de abajo con el de «La Foz» de arriba y «Villameri», del concejo de Riosa este último. Los demás caminos se cruzan con pasos superiores a ellos.

Existe solamente un puente, sobre el arroyo «Loredo» dentro del pueblo de este nombre.

Los pasos superiores sobre los cinco caminos vecinales restantes serán sobre vigas metálicas y excepto uno que tiene 7 m. de luz los demás son de 2,50 m. y 3,00.

Son numerosas las obras de fábrica proyectadas, tanto en muros de sostenimiento como en tajeas, alcantarillas, etc., siendo las principales las que se efectuarán en el mismo pueblo de Loredo, por el cual cruza la línea, que son de verdadera importancia. Para el paso en este pueblo figuran en los planos del proyecto dos estudios. Uno deja el pueblo a un lado, pasando un túnel por detrás de sus últimas casas y el otro pasa por el único espacio libre que queda entre las casas que forman el barrio bajo y el alto. Este último es el que se ejecutará, a pesar de ser muy costoso, no sólo por la expropiación sino también por las obras de fábrica necesarias, como citamos más arriba. Presenta algunas ventajas, en cambio, que justifican esta determinación.

No atraviesa ningún terreno de dominio público, carreteras ni ferrocarriles.

El carril será de 23,50 kg. por metro lineal sobre traviesas de 1,50 m. x 0,15 x 0,12 a las cuales irá elevado intercalando placas de asiento de hierro.

El material móvil para el arrastre estará formado por locomotora de 16 a 20 toneladas de peso y vagones tolvas de hierro capaces de transportar de cuatro a cinco toneladas de carbón.

En los puntos designados para cruces de trenes se construirán pequeños edificios para instalar en ellos el teléfono que los pondrá en comunicación entre sí y con las estaciones extremas y oficinas».

Bibliografía: Sobre este ferrocarril escribió José Antonio Gómez Martínez un interesante artículo, «Los ferrocarriles de las minas de Riosa», en revista Carril, nº 31, septiembre/diciembre 1990

Concejo de Mieres

Culturalmente inquieto y socialmente muy activo, cuna de ilustres, punto de encuentro y paso de peregrinos, amante y transmisor de las tradiciones asturianas, e ideal para la práctica del turismo activo y rural. Así es el concejo de Mieres.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Mieres son: Aller, Langreo, Laviana, Lena, Morcín, Oviedo, Ribera de Arriba, Riosa y San Martín del Rey Aurelio. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Mieres, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de la Montaña Central

Corazón de la Cordillera Cantábrica con cumbres y puertos que traen a la memoria gestas heroicas; vías romanas y camino de Santiago; escondite idílico de Reliquias; aldeas de ensueño; templos Patrimonio de la Humanidad; estaciones de esquí; minería, patrimonio industrial y un Parque Natural que es Reserva de la Biosfera.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Aller, Lena, Mieres, Morcín, Ribera de Arriba y Riosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

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«El Monasterio de San Salvador de Cornellana: Ubicado en Salas, este antiguo monasterio benedictino es uno de los más antiguos de Asturias. Su construcción se remonta al siglo XI y presenta una interesante mezcla de estilos arquitectónicos románico y gótico. El monasterio alberga un impresionante claustro y una iglesia con hermosas vidrieras.»